Revista de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres de Rosario Nº 5029 / ISSN 3072-8975

Ramona Montriel ¿Sos vos?

Personajes:

Antonio Berni

Reportero

Ramona

Amante

 

ESCENA 1: La propuesta

Estudio de Berni.

Reportero: ¡Antonio! Contame cómo te fue después de tu viaje por Europa, apenas me enteré de tu llegada a Argentina y pensé en vos, tengo una propuesta para hacerte.

Berni: Me alegra mucho que hayas pensado en mí. El viaje me abrió totalmente la cabeza, vengo con muchas obras inspiradoras, tengo varios cuadros que quiero vender y muchas ideas importantes que quiero plasmar.

Reportero: Amigo mío, no quiero desilusionarte pero te tengo que decir la verdad. La realidad es que ahora los cuadros no se venden acá en Argentina. La situación está peor desde que vos te fuiste. La venta de un cuadro alcanza para cuatro cinco comidas. Tengo una propuesta que no sé si te va a agradar del todo, pero te va a beneficiar económicamente, ¿querés que te la cuente?

Berni: Sí, por favor te escucho.

Reportero: Bueno te comento que entré en el diario Rosario Gráfico. Estoy escribiendo una columna sobre los prostíbulos de Rosario y necesito que un fotógrafo vaya y registre la situación. Quiero que me cuentes qué es lo que pasa, cómo se sienten las chicas, cuál es la realidad de las personas que van ahí. Quiero que me des una mirada sobre el interior de cada prostíbulo. Imagínate que no es un trabajo fácil. Así que necesito a alguien de confianza, que sea profesional, en quien pueda confiar, por eso pensé en vos.

Berni: Entiendo. Pero, bueno, es todo un trabajo. Vos imagínate que no es un trabajo muy decente para un fotógrafo tomar fotografías en este tipo de lugares. Lo tengo que hacer de querusa. Mi cámara no es muy sutil, la tendría que llevar camuflada Aunque no es fácil, puedo hacerlo. Tal vez hay algo de la historia que no se ve a simple vista.

Reportero: Sí, no es fácil, es jodido pero sé que vos podés. Lo que sí, tenés es que ser sutil. Mira te muestro, vos suponé que sos un cliente, sentate enfrente mío, acá está la mesa y te vas preparado, con tu sombrero, un abrigo, bufanda y las charlas a las chicas. Les preguntas cómo están, de dónde viene, cómo se sienten, cómo llegaron ahí, que si les está beneficiando económicamente,  cuánto están cobrando, hablales de la vida y  mientras tanto vas registrando la situación. Sé muy bien que no es lo que tenías pensando. Pero te puede servir la paga y la experiencia. Y a mí contar con alguien con el profesionalismo que sólo vos tenés.

Berni: Sí, sé que es una tarea importante y te agradezco por confiar en mí. ¿Cuándo arrancaremos?

Reportero: Antonio, si podés mañana mismo a las 15 horas en el bar de Pichincha Petit Trianón. Vos tranquilo son lugares intensos pero pensá que está permitido, a nivel legal es un trabajo aceptado. Tu tarea es registrar la situación y que nadie te descubra, andá tomá tu whisky, charla, registrá la situación y comportate como uno de ellos. Lo importante es que no te descubran, pasá desapercibido como uno más.

 

ESCENA 2: El registro sin ser visto

(Berni intentando ocultar la cámara mientras va sacando fotos a las personas de atrás, que consultan cuanto sale “la Lata”, de dónde viene ella).

(De repente llega un hombre y ellos rompen la cercanía. En medio del silencio, mientras Berni acomodaba el cuadro de la cámara, llega una mujer alta, rubia, de ojos claros).

Ramona: Buenas tardes. ¿Quiere tomar algo para ir entrando en ambiente?

Berni: Sí, claro, me gustaría. ¿Qué bebidas hay?

Ramona: Puedo traerle cerveza, vino, ron, whisky.

Berni: ¿Agua podría ser?

Ramona: (Lo mira sospechando). ¿Está seguro? ¿Es nuevo en el ambiente, cierto?

Berni: (Intentando no llamar la atención). Era broma. Un whisky, por favor.

Ramona: Perfecto, enseguida vuelvo.

(Ramona va a buscar la bebida y se sienta con él en la mesa. Berni observa que el hombre que llegó último mira mucho a la rubia).

Ramona: Acá está su whisky. ¿Puedo acompañarlo?

Berni: Sí, por favor, me encantaría. ¿Cómo se llama?

Ramona: Me llamo Ramona, y… ¿su nombre cuál es?

Berni: Me llamo David. ¿Hace mucho que se encuentra trabajando acá?

Ramona: Estoy hace dos meses acá. Soy de Polonia. Allá había mucha pobreza y fue la solución para poder ayudar a mi familia desde Argentina.

Berni: ¿Y allá en Polonia no había este tipo de posibilidades?

Ramona: No lo sé. Es que nos prometieron trabajo, una vida mejor en las provincias grandes de acá sabe…  Las posibilidades eran ir a Buenos Aires, Córdoba, Rosario. Pero no contaron más sobre el trabajo.

Berni: ¿Usted está obligada acá?

Ramona: No estoy obligada, pero sí condicionada. Es la única forma que encontré para ayudar a mi familia. Sin posibilidades de algo mejor. Es esto o nada por ahora.

(Suena el ruido de la cámara durante la conversación).

Ramona: ¿Qué es ese ruido? ¿De dónde viene?

Berni: No lo sé, tal vez de la calle o de alguna habitación. Cuénteme, ¿cómo fue que se enteró?

Ramona: ¿De verdad quiere escucharme? Tal vez sea más interesante que vayamos a una habitación, para más intimidad. (Con picardía).

Berni: No tengo apuro, primero voy a tomar mi whisky. ¿Le incomoda esta conversación?

Ramona: No. Es que no es común tanta charla. Generalmente se habla poco, se hace lo que hay que hacer, y al otro no le importa lo demás.

Berni: Comprendo. Pero bueno, no todas las personas son iguales. Paso a paso. Si le parece bien, podemos charlar en principio.

Ramona: ¿De Polonia? Allá Argentina se vendía como el país de las oportunidades, del progreso, decían. Las  mujeres que buscábamos trabajo subimos al barco. Al tiempo, llegamos al puerto de Rosario y nos desparramaron por los bares de Pichincha. Dijeron que seríamos acompañantes, mozas… Pero después resultó que la que quería tener plata de verdad tenía que acostarse con los clientes… y necesito ayudar a mi familia… Mi hermana también está en la misma, en otro burdel de por acá.

(Llega el hombre que no para de mirarla y golpea la mesa. Ese hombre es el Amante).

Amante: Bueno, bueno, si no va a tomar los mates no caliente la pava. Acá no sé viene a buscar novia. Si no vas a pasar al bulín… rajá de acá que la Ramona está conmigo.

Berni: Disculpe, ¿usted quién es para apurarme?

Amante: Yo soy el que cuentas “la latas”.

Berni: Le voy a pedir que me deje tomar mi whisky tranquilo. Por favor, retírese.

Amante: Cerrá el pico, otario, que con esta navaja te voy a agrandar la sonrisa de oreja a oreja. ¿Estamos? Ramona, contestá o le decoro la cara.

Berni: Mire, a mí no me importa quién es usted, ni quiero problemas. Yo solo quiero tener un momento de tranquilidad.

Ramona: La casa tiene que estar bien atendida, Sergio, usted lo sabe. Tranquilo, en un rato estoy con usted. ¿Me podría esperar un rato?

Amante: Un rato nomás….. No me quiero ortivar.

(Se va a sentar y los sigue observando).

Ramona: David, no lo quiero apurar, pero acá hay clientes particulares. Si no desea nada más, voy a seguir con el siguiente.

(Ramona se va hacia su amante. Berni se para, la toma del brazo y avanza.)

Berni: Espere, ¿le gustaría que sigamos en una habitación?

Ramona: Sí, me gustaría. Vamos por acá.

 

ESCENA 3: En la habitación

(Ella se saca el vestido y lo tira al suelo. Berni lo levanta y se lo da).

Berni: No hace falta. Vístase.

Ramona: No entiendo… ¿para qué entramos acá? ¿Acaso no le gusto?

Berni: No es que no quiera. Charlemos tranquilos. Lo que pase en esta habitación sólo lo sabremos nosotros dos. Paso a paso.

(Ramona lo mira, agarra su vestido de la mano de Berni, se lo pone y se dirige de espaldas para cerrar con llave la puerta. La deja sobre la mesa de luz, se sienta al lado y lo mira.)

Berni: Quiero que me cuente más de su vida y de lo que pasa acá.

FIN