Revista de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres de Rosario Nº 5029

Sin la música, ¿el teatro no tendría sentido?

Tema y Fundamentación:

¿Por qué en casi todas las obras que asistimos está presente la música o lo musical?

Según Baliero (2016) la música para teatro tiene una función parcialmente musical, siendo aquella parte de dicha disciplina en donde puede utilizarse de forma literal o estar presente en el sonido propio de la obra.

Vamos a tratar la música y su utilización por fuera de su propia disciplina y por dentro del teatro. Dentro de este, la música puede musicalizar la escena.

Szuchmacher (2015) comenta que la música puede aparecer de forma incidental, como comentario sonoro sobre lo que sucede o como parte de la escena, como por ejemplo si alguien escucha música o alguien canta una canción o alguien toca un instrumento como parte de la acción.

Ese mundo de sensaciones que genera la música, logra torcer emociones, llegar a cierta sensibilidad a los sentidos, al que mira, al que oye, al que siente.

Este trabajo está destinado para directores, actores, actrices, músicos y cualquier otro hacedor teatral con la intención de acercarles herramientas que les ayuden a orientarse en la toma de decisiones en cuanto a la música elegida para cada momento, también para la que se genera en vivo o la música original creada y grabada por músicos compositores para escenas en una producción teatral. La intención es facilitarle a un director, por ejemplo, el cómo y el qué pedirle a un músico cuando lo necesite.

«Lo incapturable» (2015) Reservoir Books / Penguin Random House Grupo Editorial

Es necesario que ciertas cuestiones técnicas puedan preverse para la elección de cada pieza musical que acompaña las escenas. La música pensada como recurso, como búsqueda de sensaciones en los actores, como paso del tiempo, como acompañamiento de acciones, como presentación de personajes, cambio de climas, lugares, temporalidad, etc.Respecto a esto el autor antes mencionado, en el capítulo titulado Las artes sonoras y específicamente en el apartado de la música, señala que en la mayoría de los espectáculos la música no se utiliza por su valor expresivo sino como “escenografía o localizador temporal”, por ejemplo un tango nos ubica en un conventillo de un barrio porteño a principios de siglo XX, o una zamba nos señalará que estamos en el medio de la pampa argentina o la música renacentista nos coloca en la corte de algún Rey del siglo XVI (Szuchmacher, 2015). Otro de los usos asignados, comenta el actor y director, es como “creadora de climas” para reforzar las emociones de los espectadores. A modo de crítica indica que las escenas están invadidas por música de fondo “triste” o “alegre” y esto genera un choque, impidiendo escuchar lo que se dice, creyendo que sonorizando con música diversa se comprende mejor.

Hay algo primordial que tienen que saber quienes realizan teatro, cada contenido musical que se elige debe estar pensado. El por qué y el para qué, en este caso son pilares del buen uso de la música y de lo que se quiere transmitir, contagiar, expresar. Los sonidos encargados de generar cierta vibración que acompaña a los actores nos da información. No será lo mismo que una obra se desarrolle en pleno silencio, eso también estaría indicando algo, pero el conjunto de su musicalidad, va a enriquecer al espectáculo, su llegada, su conmoción, interpretación y cada una en particular, le agrega esencia a lo que se quiere mostrar, nos indica cambios de humor, sensaciones, distintos paisajes, sentires. La música genera intencionalidad, conmueve, acompaña y permite correrse de líneas temporales y espaciales.

Retomando a la autora mencionada al principio, hay que evitar transformar la música en un signo contradictorio al que se plantea en la obra teatral, salvo si el universo de la misma lo permite. (Baliero, C. 2016, pág. 20).

A partir del siglo XX con la aparición de la cultura audiovisual, primero el cine y luego la televisión ha transformado a la música y a su inclusión en el sistema teatral, quitándole autonomía respecto de las imágenes. Salvo los especialistas en la música, la mayoría de las personas para poder sostener la escucha suelen imprimir imágenes en su cerebro. Inevitablemente los oyentes contaminarán la escucha con esas imágenes y le darán entidad narrativa a una composición musical cuando no la tiene. Esto sucede con la música sin palabras, ya que la música que tiene letra tiene un estatuto diferente. Y el teatro suele usar y a veces aprovechar de manera abusiva ese mecanismo de transformación del sonido en narración. (Szuchmacher, 2015).

Con esto no intentamos hacer un juicio de valor si está bien o mal tal creación o selección de música en una obra teatral, pero sería interesante que la misma sea eficaz, que tenga valor por sí misma y que no solo sirva de apoyatura y tenga fundamentos artísticos.

Focalización:

¿Cuáles son las pautas a tener en cuenta a la hora de elegir la música para una obra teatral?

Decidí abordar la música en las obras teatrales, ya que, hace tiempo además de formarme como actor y profesor de teatro, también me encuentro incursionando en el mundo de la música en sus múltiples formas. Desde el 2016 hasta el 2023 formé parte de una banda musical de Pop-Rock llamada “Fangus” en dónde no sólo cantaba, sino que componía letras, melodías y las acompañaba con guitarra. Paralelo a esto me formé en piano y guitarra, adquiriendo no solo herramientas para crear música, sino que también acompañé en la dirección y composición musical a compañeras de la carrera del profesorado de Teatro en su obra infantil Anima, planeta interior que se presentó en Microteatro Rosario en el contexto de “Vacaciones de invierno” y la cual tuvo música en vivo.

Esto hizo que me viera en la tarea de pensar los puntos clave que debería seguir para la creación de melodías que se presentan en una obra teatral. Me tomaré el atrevimiento resumiendo lo que para mi es, una forma organizada para llevar a cabo la musicalización de una expresión que es sin dudas teatral. Por eso es importante plantearse y repensar las pautas, para poder acompañar a los hacedores del teatro.

Situación problemática:

  • El estudio pertinente del género de la obra.
  • La poética de la obra.

Personajes

  • ¿Quiénes son?
  • ¿Qué les pasa?
  • ¿Tienen alguna característica particular?
  • Conocer sus voces

Giros, ritmo corporal y emociones.

  • Montaje:
  • Cuantas escenas hay en la obra
  • ¿Cómo son las transiciones de una escena a la otra?
  • ¿Hay cambios de espacio?
  • ¿Hay cambios de tiempo?Saber a qué público está dirigida la obra
  • ¿Para qué es la música? ¿Qué se quiere contar?

Bibliografía

Baliero, C. (2016) La música en el teatro y otros temas. INTeatro, editorial del Instituto Nacional del Teatro, Buenos Aires.
Szuchmacher, Rubén (2015) “Lo incapturable”. Puesta en escena y dirección teatral. Capítulo Las artes sonoras. Buenos Aires: Reservoir Narrativa.


* El presente texto surge de la materia «Proyecto de investigación teatral”, de 4to año de la carrera del Profesorado de Teatro con el docente Alejandro Leguizamón.

Foto de portada: Rubén Szuchmacher: Página/12 / Gentileza: Alejandra López.