Ernestina Robertaccio (1902-1978) fue una prestigiosa profesora rosarina de Literatura y Teatro que se destacó por su devoción por los estudiantes de la Escuela Normal N° 2 y por llevar el teatro, con su grupo La Escena Andariega, a lugares inexplorados, como parques y plazas.
Llegó al mundo con el nombre de Ernestina Catalina Robertaccio un 12 de noviembre de 1902 en Rosario. Se la conoció como Ernesta, una profesora de Literatura que dedicó su vida a sus alumnas y a promover el teatro como una forma de acceso a la cultura, pero sobre todo como una herramienta pedagógica, y lo sacó por primera vez a las plazas de la ciudad.
Segunda de las seis hijas y un hijo de la pareja de Rocco Salvatore Robertaccio (1872-1962) y Filomena Ferruzzi (?-1960), Ernestina nació luego de Carmen (1899-1981) y antes de Teresa Amelia (1904-1985), Lucía (1905-1986), Dora Emma (1907-2002), Aída (1910-1995) y Antonio (?-1961), luego periodista del diario La Tribuna de Rosario.
Ernesta vivió su infancia y juventud en Rosario, “ciudad de su formación espiritual y campo de sus actividades docentes y literarias”. La Escuela Normal Superior Nº 2 Provincial Nº 35, de Córdoba y Balcarce, direccionó su trayectoria educativa: allí se graduó como maestra en 1919, fue parte de su plantel docente, fue profesora de Literatura y Política Educacional, y activa integrante de la Asociación Ana María Benito de ex alumnos de la Escuela Normal N° 2 de Rosario, de la que fue vicepresidenta y presidenta. Y allí se asentó finalmente su grupo de teatro.
Simultáneamente fue autora, adaptadora y directora de teatro, escribía en diferentes diarios y revistas, y fue conferencista y dictó cursos en salones de interés y a través de la radiofonía. Mientras, se dedicaba a elaborar un amplio repertorio de cuentos para niños, a escribir y dirigir obras teatrales, y a estimular a su alumnado con actividades culturales, muchas veces ligadas al teatro infantil y de adultos. Sus puestas se vieron en diferentes espacios de la ciudad y sus alrededores. Se afincó en un inmueble de Tucumán y Alvear, en la extensión del barrio Pichincha de Rosario, no se casó ni tuvo descendencia y falleció el 20 de marzo de 1978.
Cercanía y respeto
No sin antes describir el carácter fuertemente jerárquico, rígido y unidireccional de aquel sistema educativo con distancias simbólicas enormes entre educadores y educandas, sus propias alumnas ubican a Robertaccio en el polo opuesto de ese estilo pedagógico, con una personalidad afable y sencilla. Era muy buena profesora, de gran conocimiento, de trato agradable, sabía cómo hablar, cómo comunicar, cómo convencer. Construía una relación cercana entre profesores y alumnas, y era respetuosa de sus estudiantes.
Muchas de esas alumnas la acompañaron en sus iniciativas culturales, entre ellas la creación de una agrupación informal de interesadas que utilizase el lenguaje teatral como un recurso artístico al servicio de la formación integral del educando.
Con ese grupo, podría decirse extracurricular, Ernesta decidió ir por un camino menos innovador pero de gran arraigo en los escenarios de la época, como el de la lectura e interpretación de textos de autor.
La dicción y carga emotiva en el recitado o declamación, sobre todo en el ámbito de la poética, podría servir de espejo de la severidad del sistema educativo, ya que había una forma particular normalista de expresión, es decir identitaria de las Escuelas Normales, que se enseñaba, difundía y respetaba con celo.
Así, “los salones que dan a calle Santa Fe” se convirtieron en improvisados púlpitos donde se declamaban clásicos del teatro y la literatura universal. Su otro ámbito de trabajo fue el salón de actos de la Escuela Normal Nº 2, donde se conservan las telas pintadas al óleo por Alfredo Guido para la Feria Internacional de Sevilla de 1929. Allí se montaron además una variada cantidad de obras.
Según Logiódice (2016), en los años 40 y 50 “la práctica teatral y los ensayos” del teatro rosarino “se centraban en aprender la letra y practicar la «dicción interpretativa» y «el bien decir», técnica en la que Robertaccio fue pionera”.
Antiguas estudiantes comentan haberse recibido de “cuenteras” en los Cursos de Narración de «la señorita Ernesta», donde se decían “los cuentos de memoria y de pie”, a la vez que destacan especialmente el recitado del Himno Nacional Argentino completo que interpretaba Robertaccio. Resaltan sus formas a la hora de enseñar, la excelencia de su conocimiento y para recordarla usan palabras como “respeto, cariño y admiración”. La consideran “un ejemplo” y hasta le endilgan y agradecen sus elecciones profesionales.
Logiódice (2016) reconoce el perfil feminista de la Asociación Ana María Benito, y menciona un documento donde se explicita que, entre otras, la misión de La Escena Angariega es “encauzar la cultura popular con autoridad hasta entonces privativa del hombre”.
La Escena Andariega
Robertaccio era asimismo docente de la Universidad Popular de Rosario, fundada en 1918, anexada a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en 1928 y que tenía sede real en la Escuela Normal N °2. Ofrecía, en el marco del Instituto Social de la UNL, un curso de Arte Escénico y reemplazó a Bernardina Dabat en otro de Instrucción Literaria.
Sus prácticas y pesquisas fueron, iniciada la década del 40, tomando cuerpo. Si bien los primeros registros son de un año después, Robertaccio habría fundado en 1941 el grupo de teatro para niños La Escena Andariega, nombre que, según Moreno y Tiberti (2013: 49), remite a la intención del grupo de hacer “funciones itinerantes en cuanto lugar se detectara inquietud y sensibilidad por el arte dramático”.
Fiel a su brújula, la agrupación se presentó en lugares abiertos y cerrados, en teatros, cines, escuelas, parques y plazas de Rosario y poblados de su zona de influencia. Actuó por ejemplo en un ciclo que duró tres años en el Parque de la Independencia, en el Teatro El Círculo y en una simpática temporada de domingos a la mañana en salas cinematográficas.
Dicho de esa manera puede parecer una iniciativa divertida, de fácil realización y aceptación por parte del público. Pero el contexto político no auguraba mayores libertades ideológicas. En vísperas del derrumbe del orden conservador, luego de la Década Infame, el gobierno militar producto del Golpe de Estado de junio de 1943 toma drásticas medidas de netos rasgos religioso, católico, y nacionalista en el ámbito educativo. Censura la prensa, decreta la veda radiofónica del lunfardo por ser “moralmente repugnante” y en 1944 desaloja en Buenos Aires tres salas de teatro independientes por considerarlas “de izquierda”.
Aunque sus inicios remiten al teatro para niños, y a la explícita intención pedagógica de demostrar “que la atención infantil era capaz de sostenerse en espectáculos de cierta extensión”, la agrupación irá paulatinamente abordando trabajos para adultos. Moreno y Tiberti (2013: 49-51) publican dos larguísimas listas de obras para adultos representadas por La Escena Andariega y de actores y actrices que participaron de las puestas.
Ya en su faceta de directora, Robertaccio impone un “ritmo representativo y ágil” a la obra “Cinco minutos antes”, según el comentario del Diario La Capital en noviembre de 1953.
Razones presupuestarias obligaron al grupo a presentar obras que en un principio eran más complejas de montar y devinieron en más simples de la mano de clásicos del teatro.
Más tarde, La Escena Andariega se instalará en la Escuela Normal N° 2 como entidad artística de la Asociación de Ex Alumnos Ana María Benito. Se plegarán a los ensayos y a las representaciones antiguos integrantes del grupo así como, de forma ocasional, estudiantes de la Escuela. Los ensayos se hacían los viernes y los sábados y las alumnas que asistían a ellas, eran luego invitadas a formar parte de representaciones fuera de la institución. Las primeras incursiones en las plazas de Rosario con narradoras salidas del laboratorio de Ernesta habrían sido en 1961 con estudiantes que egresarían al año siguiente.
Aceptando a la agrupación como propia, la Escuela Normal N° 2 organiza, por ejemplo, la Semana de la Bandera de 1967 con un “espectáculo para niños” ofrecido por el “conjunto artístico” de la Asociación e integrado por tres obras dirigidas por Robertaccio.
A través de los años, La Escena Andariega se erigió como una “de las selectas y activas expresiones teatrales de su época” (Moreno y Tiberti: 2013: 51). La agrupación se disolvió con la muerte de Ernesta en 1978.
En radio y televisión
Inquieta e innovadora, Robertaccio incursionó en la radio, el medio de comunicación más importante desde la década del 30, con sus cuentos y en entrevistas. Tuvo su propio programa y colaboraba periódicamente con otras producciones radiales.
Ernesta también quedó fascinada con una nueva tecnología que había nacido en la ciudad en 1964 y había puesto a los rosarinos frente a una pantalla: la televisión. Produjo “La Capital de los niños”, un programa infantil donde se representaban cuentos. Aparecían personajes disfrazados de animales. Fue para “Cuentos de la selva”. Se emitió por Canal 5 de Rosario los domingos a la tarde en la segunda mitad de los años 60. Iba en vivo y directo con la conducción de la animadora Miska o Misca.
Publicaciones y escritos
Como ocurre con la mayoría de los autores, es inestimable la producción escrita de Ernesta. Son sólo visibles sus publicaciones para la infancia, pero formaban parte de su labor la redacción de cuentos y de teatro para niños y adultos, la adaptación de esos cuentos en obras junto a otras de teatro clásico, la producción de textos pedagógicos, y claro, la corrección de los cientos de trabajos de aula de sus alumnas.
Fueron publicados también “numerosos ensayos de crítica literaria referidos a obras y autores argentinos y americanos” que llevaron su firma y “fue distinguida con premios y estímulos en varios certámenes”.
Han sido varias veces puestas en circulación las palabras que Ernesta escribió para el primer aniversario del fallecimiento de Ana María Benito, leídas el 30 de noviembre de 1932 en un acto en la Escuela Normal N° 2 .
Se cuenta en su producción editorial el libro de cuentos infantiles “El mundo mágico” (1963), con apoyo del Fondo Nacional de las Artes, el séptimo y único del género de una colección de la Editorial Hormiga de la Sociedad Argentina de Autores (SADE) de Rosario, y el cuento “Tiempo de crisálida” en la compilación de Aurora Bogu, denominada “Cuentos y poemas” (1966), de la misma Editorial Hormiga y con trabajos de integrantes de la SADE Rosario.
Dos reseñas de época rosarinas remiten en noviembre y diciembre de 1963 a “El mundo mágico”, en las plumas de Velmiro Ayala Gauna de la revista Diligencia y en la de Enriqueta González Svetko de la revista Crítica 63.
El primero quizás sea quien da directamente en el clavo: “Es un libro de cuentos de niños, pero no para niños”. En su crítica de la sección Papel Vivo de comentarios bibliográficos y bolsa de noticias, Ayala Gauna refiere a la autora como “una cuentista de garra” y al texto con “despliegue de una prosa recia, excelente graduación del asunto (…) y el final imprevisto, pero siempre humano”. Considera a Robertaccio traductora “en un estilo bello y emotivo” del “mundo mágico (…) del niño que va camino a la adolescencia”.
La segunda escribe en la Sección Narrativa de Crítica 63: “Con sutileza de pedagoga y ternura de mujer sensible, (Robertaccio) ha incursionado, como en puntas de pie, en el fascinante universo de los niños, captando sus recónditas vibraciones, sus dramas y sus alegrías”. Y en otro párrafo describe: “Con una prosa sobria y rica de matices a la vez que utilizando un léxico apropiado para la expresión de cada personaje, la autora da muestra de su criteriosa labor en pro de la belleza del idioma”.
Otro texto de Ernesta es “Fernán Silva Valdés: el nativista” con textos para la revista “Quid Novi” de la Escuela Normal N° 2 sobre literatura americana e impreso por los Talleres Gráficos Pomponio de Rosario en 1932.
Se suma “Una tierra de novela y un novelista”, basado en una conferencia pronunciada por ella el 1° de junio de 1942, publicado por la Asociación Ana María Benito e impreso por Cia General de Artes Gráficas de Rosario.
Formó parte de sus estudios el ensayo literario histórico y son conocidos sus aportes al debate sobre la obra de Domingo F. Sarmiento. Robertaccio participó, junto a una quincena de autores, de un tributo al escritor y político sanjuanino que la Universidad Nacional del Litoral organizó en 1938 con el título “Sarmiento: homenaje en el quincuagésimo año de su muerte 1811-1888”.
López Rosas (2018: 77) ubica a Robertaccio entre lo más granado de la narrativa santafesina en la llamada “generación intermedia” (entre 1930 y 1940), califica de “vasta” su “labor intelectual”, elogia sus cuentos infantiles y recomienda leer “Poesía de la montaña”.
El prestigio y consideración pública de Robertaccio podría medirse en términos de autoridad institucional. En 1937, el obispo de Rosario, Antonio Caggiano, leyó en su discurso del 9 de Julio, Día de la Independencia argentina, una Oración a la Bandera, autoría de Ernesta.
Desde mayo de 1938, el Ateneo Luis Bello fue una de las instituciones culturales más notorias de la ciudad. Entre sus actividades, organizó un ciclo de conferencias (a veces semanal y otras diario que duró hasta 1958) reuniendo a los más importantes expertos de la ciudad, el país y el mundo en diferentes asuntos de interés general. En septiembre de 1940, Ernesta participa de la propuesta con el tema “Perfil de Martín Fierro”, acompañada de las ilustraciones de Clelia Briatore y María Luisa Alvarez.
Asimismo, Robertaccio fue la oradora principal del acto en el Monumento a la Bandera de Rosario por la conmemoración de los 150 años de la Revolución de Mayo en 1960. El texto escrito y leído por la educadora local, en nombre de la Comisión organizadora de la recordación, fue luego obsequiado al gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Silvestre Begnis, “en señal de consideración”. Ese mismo discurso fue repetido por el mandatario en la gala realizada el 1° de junio en el Teatro El Círculo.
Los testimonios sobre Ernesta coinciden en destacar que impregnó con su espíritu y su entusiasmo a todas sus alumnas y alumnos, muchas de las cuales, egresadas como Maestras Normales, utilizaron en sus carreras muchas de las herramientas pedagógicas y didácticas que les aportó Robertaccio. Pero quizás su legado no se circunscriba a la enseñanza tozuda de una metodología de aula asociada a la cultura y las artes, sino que se amplía a su costado humano, al trato con sus estudiantes y a la convicción de impulsarlos a la experiencia, para muchas inédita, de hacerse ver y escuchar.
Una mayólica y una placa en el patio de la Escuela Normal N° 2 evocan “eternamente” su dedicación.
Bibliografía consultada
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Ayala Gauna, Velmiro (1963) “El mundo mágico de Ernesta Robertaccio. Ed. Hormiga, 1963” en Revista Diligencia, Año III Viaje 13, noviembre de 1963. Sección Papel Vivo, Reseña. Rosario: p. 45.
López Rosas, José Rafael (2018) Historia de la literatura de Santa Fe. Rosario, Espacio Santafesino Ediciones.
González Svetko, Enriqueta (1963) “El mundo mágico” en Revista Crítica 63, Cine Letras Arte, Año 2, Números 7-8, diciembre de 1963. Sección Narrativa, Letras argentinas. Rosario: pp. 22-23.
Logiódice, María Julia (2016) La trama teatral rosarina. La emergencia del circuito independiente como un espacio de tensión entre el profesional y filodramático. Historia Regional, Núm. 35 (2016), segundo semestre (Julio-Diciembre). Sección Historia del Instituto Superior de Profesorado «Eduardo Lafferière» (Villa Constitución, Santa Fe). Artículo: pp. 81-97. Disponible en https://historiaregional.org/ojs/index.php/historiaregional/article/view/108/228
Moreno, Oscar y Tiberti, Omar (2013) Crónica de una utopía teatral. Rosario, UNR Editora.
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1- My Heritage (sitio web de árboles familiares, s/d) Sitio familiar de Diego Sifon. Creado por Diego Sifon. Disponible en https://www.myheritage.es/site-family-tree-46830301/diego-sifon?srsltid=AfmBOoph8CmeuH8XSy3BF8ArOf0aNXwUv_8WdE7ik5K7eNJX0KfYuiH9
2- Asociación «Ana María Benito» ex alumnos Escuela Normal Nº 2 Rosario (17 de septiembre de 2020) 17 de septiembre Día del Profesor. Facebook. Disponible en https://www.facebook.com/permalink.php/?story_fbid=10158430320265325&id=60720695324
3- Contratapa en Robertaccio, Ernestina (1963) El mundo mágico. Rosario, Editorial Hormiga.
4- De la entrevista informal a María Teresa Vacca Robertaccio, sobrina de Ernesta Robertaccio, hija de Aída y de Enrique Vacca, del 31 de julio de 2024 en la Asociación Ana María Benito de ex alumnos de la Escuela Normal N° 2 de Rosario.
5- My Heritage (sitio web de árboles familiares, s/d) Sitio familiar de Diego Sifon. Creado por Diego Sifon. Disponible en https://www.myheritage.es/site-family-tree-46830301/diego-sifon?srsltid=AfmBOoph8CmeuH8XSy3BF8ArOf0aNXwUv_8WdE7ik5K7eNJX0KfYuiH9
6- Asociación «Ana María Benito» ex alumnos Escuela Normal Nº 2 Rosario (17 de septiembre de 2020) 17 de septiembre Día del Profesor. Facebook. Disponible en https://www.facebook.com/permalink.php/?story_fbid=10158430320265325&id=60720695324
7- De la entrevista informal a ex alumnas de Ernesta Robertaccio del 31 de julio de 2024 en la Asociación Ana María Benito de ex alumnos de la Escuela Normal N° 2 de Rosario.
8- De la entrevista informal a ex alumnas de Ernesta Robertaccio del 31 de julio de 2024 en la Asociación Ana María Benito de ex alumnos de la Escuela Normal N° 2 de Rosario.
9- Escuela Normal Superior Nº2 Provincial Nº 35 (s/d) Las pinturas de Alfredo Guido. Institucional. Historia. Sitio web oficial de la Escuela Normal Superior Nº2 Provincial Nº 35 de Rosario. Disponible en https://www.normal2.edu.ar/dsitio2/index.php/institucional/historia?start=3
10- Asociación «Ana María Benito» ex alumnos Escuela Normal Nº 2 Rosario (17 de septiembre de 2020) 17 de septiembre Día del Profesor. Comentarios. Facebook. Disponible en https://www.facebook.com/permalink.php/?story_fbid=10158430320265325&id=60720695324
11- En 1968 se creará la Universidad Nacional de Rosario y todas las facultades e institutos de la Universidad Nacional del Litoral con residencia en la ciudad pasan a su órbita y gestión.
12- Moreno y Tiberti (2013): 51
13- Welti, María Elisa (2011) El profesorado de dibujo en la Escuela Normal N° 2 (Rosario, 1935-1949). Revista de la Escuela de Ciencias de la Educación Nº 6/2011. Facultad de Humanidades y Arte, Universidad Nacional de Rosario. Rosario: pp. 256-257.
14- Moreno y Tiberti (2013): 51-52
15- Moreno y Tiberti (2013): 51
16- Pusterla, María Teresita (2024) Mesas de Lectura. Encuentro La Palabra Sanlorencina y Premios Hijo del Sol 2024. Programa y guión general. Asociación Civil Ancestrales San Lorenzo. 17 y 18 de mayo de 2024. San Lorenzo (Santa Fe): p. 6.
17- Flyer o mariposa de época. Junio de 1967. Archivo de la Asociación Ana María Benito.
18- Contratapa en Robertaccio, Ernestina (1963) El mundo mágico. Rosario, Editorial Hormiga.
19- Ana María Benito (11 de octubre de 2008) Placa de Bronce en memoria de Ana María Benito. Posteo de Sergio under en Actividades realizadas. WordPress. Disponible en https://anamariabenito.wordpress.com/2008/10/11/placa-de-bronce-en-memoria-de-ana-maria-benito/#more-218
20- Ana María Benito (20 de noviembre de 2011) A 80 años de la desaparición física de Ana María Benito. Posteo de Sergio under en Sobre Ana María Benito. WordPress. Disponible en https://anamariabenito.wordpress.com/2011/11/20/a-80-anos-de-la-desaparicion-fisica-de-ana-maria-benito/
21- Antequera, María Florencia (2020) Alcides Greca: El viaje de la escritura y la escritura del viaje. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras: pp. 199-200.
22- Martín Sarachaga (2015) Folletos. Lote 154. Catálogo Agosto de 2015. Martín Sarachaga Subastas. Buenos Aires: p. 42.
23- Centro Español de Unión Republicana de Rosario (1958) Labor del Ateneo Luis Bello. Centro Español de Unión Republicana. 25 aniversario – 15 de octubre 1933-1958. Rosario, Editorial Tipografía Llorden SRL: p. 50.
24- De Marco, Miguel Ángel (h, 2010) La conmemoración del sesquicentenario de la Revolución de Mayo en tiempos del desarrollismo. Repositorio Institucional Conicet Digital. Disponible en https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/13897/CONICET_Digital_Nro.17252.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Foto de portada: Asociación Ana María Benito.
Gracias a las profesoras Elsie Laurino, Inés González, presidenta, vice y a la actriz Mónica Alfonso, de la Asociación Ana María Benito de ex alumnos de la Escuela Normal N° 2 de Rosario, y a María Teresa Vacca, sobrina de Ernesta Robertaccio, por su disposición, datos y materiales para esta investigación.