¿Qué nombre le puedo poner? “¡Somos los campeones del mundo!”
Y sí. Mas actual que eso no hay. Somos medalla de oro en boxeo y polo en los juegos olímpicos de hace poquito, del 36. Como no vamos a salir campeones en Polo si ningún país del mundo tuvo nunca tantos caballos como nosotros. ¡Venimos de una equinocracia! Pero esta obra no tiene nada que ver con el deporte. así que no se.
Mi comedia tiene un asunto familiar, planteado sencillamente. En el primer acto se presentan dos hogares: en uno el de Rebeca y sus tres hijas mujeres universitarias que trabajan en sus respectivas profesiones y el Froilán Ortiz, hombre viudo con tres hijos que no saben trabajar. Froilán y Rebeca se casan y forman el nuevo hogar reuniendo a los seis muchachos. Con este asunto he desarrollado una comedia de 5 actos breves. En ese pequeño mundo que es el hogar se crean conflictos, incidencias, pasiones y he conducido la acción hasta un desenlace lógico y humano. He procurado un lenguaje correcto, natural; he dibujado los caracteres todo lo más claramente que me ha sido posible.
Pero, ¿qué nombre le pongo a esta obra?
Un editor me dijo “es imposible que todas las mujeres de esa familia sean todas profesionales, y los varones no tengan estudios”. ¿Les parece que está bien lo que dice?
¡No conoce Rosario! No sabe la cantidad de estudiantes mujeres que hay. Yo me tuve que ir a España a aprender dramaturgia, porque acá en Rosario no hay escuela para escritores de teatro.
Ahí me di cuenta de que un autor tiene que saber todo sobre el teatro, empezando por el oficio de comediante. Hice toda la carrera, año por año, hasta obtener el diploma con clasificación de sobresaliente. Hice pruebas mensuales en los escenarios y ante grandes públicos; había que saber esgrima y aprendí esgrima; conocer profundamente a los clásicos y con ellos me familiaricé. Hice algo más importante: estudié en clases particulares de cuatro horas diarias con don Ceferino Palencia, director del Conservatorio, uno de los más grandes directores de escena de Europa. Mis clases con don Ceferino consistían en planear el montaje de una comedia, y en este aprendizaje iba comprendido todo… Aprendí muchas cosas que no están escritas en ningún texto.
Escucharon bien. Esgrima tuve que hacer para aprobar actuación, y así convertirme en dramaturga. Ah, ¿ustedes se creen porque una está atrás de una Underwood, atrás de una máquina de escribir no pone el cuerpo? Los dramaturgos ponemos el cuerpo para escribir. Sino no hay teatro.
“¡Somos los campeones del mundo!”. Me gusta el nombre, pero tengo dudas… Los ubico en la historia, así me van entendiendo. La madre les dice a las hijas: <<son profesionales, pero no son mujeres: ¡no tienen hombre que las quiera!>> Ya sé que ni un hombre ni una mujer se mide por si tiene pareja o no, pero necesito que venga gente. Y esto es una comedia. Con ponerlo en evidencia me alcanza. Se me ocurre que el novio de la hija mayor, Trini, se llama, el novio nuevo de Trini puede ser un comunista, pero revolucionario ¿Que nombre se le puede poner a un revolucionario? Ernesto. Le puse Ernesto de nombre al personaje. ¿Está bien? Vamos, estamos en 1939, hablar de comunismo y fascismo está de moda, ¿no les parece?
Después le pongo final feliz como en Hollywood. No hay nada más lindo que acompañar a mi abuela a ver películas mudas con final feliz, la época dorada de Hollywood. Como los mató el sonido. Se tuvieron que aprender un texto. Los dramaturgos salvamos Hollywood. Cuando las películas empezaron a tener sonido salieron corriendo a buscarnos. No había nadie que escribiera un buen diálogo, salvo nosotros los dramaturgos. Y las dramaturgas. Que nos borraronbastante de la historia. ¿Sabíanque las primeras guionistas en Hollywood fueron mujeres?
Será necesario el esfuerzo constante y tenaz de muchos millones de mujeres para destruir la montaña de prejuicios que pesa sobre la humanidad con una tradición de siglos: la inferioridad mental de la mujer. Así se explica cómo una parte de la crítica me molestó con no pocas injusticias: la mayor de todas, el tono de protección blanda y azucarada con que han pretendido ampararme –limosna que agradezco– pero que estoy muy lejos de necesitar –y no acepto– por venir de personas que hasta hoy no han probado superarme en capacidad intelectual, moral o artística.
Ernesto y Trini se enamoran. Ernesto no hace la revolución. Deja la política por amor. El amor los vuelve los dueños del mundo.
Bueno. Es una comedia. Que quieren. Ya está. El título.
“Somos los dueños del mundo.”
¿Les parece un buen título?
Somos los dueños del mundo. Obra en 5 actos
Listo. A la imprenta.
Con citas y datos extraídos de «La comedia. El teatro de Alcira Olivé» de Daniel Feliu en Historia del teatro en Rosario – 1900/1959 de Clide Tello (2021) UNR Editora: pp.121-132
¿Quién fue Alcira Olivé de Mollerach?
Nació en Rosario en 1889. Mujer de letras, de poesía y teatro. Dramaturga consagrada. Becada por el gobierno de Santa Fe, de 1927 a 1931 estudió en el Conservatorio Nacional de Madrid.
Sus obras, dramas, comedias y obras infantiles, unas 25 en 40 años, fueron estrenadas por compañías locales, nacionales, uruguayas y españolas, y por reconocidos actores y actrices.
Impulsora y vicepresidenta en 1925 de la Asociación del Consejo de Mujeres (Luego Biblioteca Escuela de 3 de Febrero y Buenos Aires), también fundó la Academia de Danzas y Teatro Infantil, luego Escuela de Arte Escénico y que más tarde se fusionará con la Escuela Municipal de Danzas Ernesto de Larrechea. Militante del PDP y funcionaria educativa. Falleció en Buenos Aires en 1975.
Olivé es la “la primera comediógrafa argentina” y que obtiene “éxitos de taquilla”, y la primera autora de obras de teatro infantil de Argentina.
Junto a Salvadora Medina Onrubia, es la primera dramaturgia feminista argentina. Su obra “La salvación”, sobre un matrimonio arreglado por dinero, es un retrato de la cultura patriarcal como una epidemia que amenaza al hogar y a las mujeres.
No escribe obras breves sino comedias entre 3 y 5 actos “…lo que significa que fueron escritas para el gran público” y no para los salones de la sociedad.
La primera es “La única verdad” (1921), junto a “Entre dos amores”; luego viene “La salvación”, publicada en 1923; “El divino derecho”, estrenada en 1927 en Montevideo y en 1930 en Madrid; la comedia “Somos los dueños del mundo” estrenada en Rosario y segundo Premio Nacional de Comedia en 1940; “Tres maridos, mucho amor…y nada más” (1945) fue escrita para la actriz Leonor Rinaldi. “Entre tú y yo…el otro” fue estrenada por Luis Arata en 1950 y “¿Por qué te casaste conmigo?” por Lola Membrives en 1952. La última fue “Entre viudos” (1959).
Es famosa su farsa para niños “Alas en la selva”. El texto de Juan Pablo Giordano es parte de una producción del Taller de Personajes Históricos del Seminario de Historia del Teatro en Rosario de la Escuela de Teatro y Títeres que incluye una investigación sobre una figura del teatro local, una dramaturgia y la construcción del personaje por parte de les estudiantes. Bianca Cuatrin estudió, compuso e interpretó “Alcira Olivé, dramaturga rosarina” en el acto de Colación de Grados en el patio de la Escuela del 30 de noviembre de 2023. Ramiro Sorrequieta vistió a la actriz y la asistió Alan Coronel. Produjeron Marianela Druetta y Orlando Verna, y dirigió Santiago Pereiro.